Proyecto. Justificación CTE

Las soluciones constructivas con OSB se consideran normalizadas al estar contempladas en los DB del CTE. A continuación, se desarrollan algunos aspectos a considerar que pueden servir de orientación para justificar en el proyecto el cumplimiento de las exigencias básicas  (ver Anejo 2) establecidas en los siguientes DB:

  • DB SE Seguridad estructural, DB SE-M Madera
  • DB SI Seguridad en caso de incendio.
  • DB HE Ahorro de energía.
  • DB HR Protección frente al ruido.
  • DB HS Salubridad.

Aunque el DB SE-M (Documento Básico de Seguridad Estructural – Materiales) del Código Técnico de la Edificación (CTE) no menciona explícitamente la madera contralaminada CLT, su empleo como elemento estructural es plenamente aceptado en España mediante la aplicación de normativas europeas armonizadas y la normativa complementaria nacional.

En concreto, la norma UNE-EN 16351:2021 regula los requisitos de fabricación, clasificación y uso estructural de los paneles CLT. Esta se complementa con el Eurocódigo 5 (EN 1995-1-1), que establece los principios generales de diseño para estructuras de madera. Ambas normativas están reconocidas por el CTE y se integran dentro del marco de cumplimiento del DB-SE mediante su referencia como documentos de aplicación aceptada para materiales no cubiertos específicamente por el CTE.

Respecto a las propiedades mecánicas, la clase resistente de los paneles CLT depende directamente de la calidad de las láminas de madera aserrada que los componen. Estas láminas se clasifican de acuerdo con la norma EN 338:2016, que establece las clases resistentes para madera estructural. En la práctica, los paneles CLT se fabrican comúnmente con láminas de clase C24, considerada un estándar en construcción estructural por su equilibrio entre resistencia mecánica y disponibilidad. No obstante, en función de las exigencias del proyecto, es posible fabricar paneles con clases superiores o inferiores, adaptando así las prestaciones del CLT a cada caso particular.

    Aunque la madera contralaminada, CLT, es un material combustible por naturaleza, su comportamiento frente al fuego está bien caracterizado y puede cumplir con los requisitos normativos, siempre que se diseñe y proteja adecuadamente.

    El CLT presenta un comportamiento predecible frente al fuego, gracias a la formación de una capa carbonizada superficial que actúa como barrera térmica, protegiendo las capas interiores y ralentizando la propagación del fuego hacia el núcleo estructural. Esta propiedad permite que el CLT mantenga su capacidad portante durante un tiempo determinado, lo cual es fundamental para cumplir con las exigencias de resistencia al fuego (REI) establecidas en el DB SI.

    Dentro de este documento está el Anejo E «Resistencia al fuego de las estructuras de madera». Este anejo recoge criterios específicos para el cálculo de la capacidad portante de elementos estructurales de madera expuestos al fuego, basados en la normativa europea EN 1995-1-2 (Eurocódigo 5 – Parte 1-2) y permite aplicar tanto métodos simplificados como métodos avanzados de cálculo.

    Define valores estándar de velocidad de carbonización (β), establece cómo determinar la sección estructural efectiva tras la exposición al fuego y permite calcular la resistencia portante (R) durante un tiempo determinado (REI 30, 60, 90, etc.).

      Los paneles de madera contralaminada, CLT, presentan una conductividad térmica media de λ = 0,13 W/m·K, aunque este valor puede variar ligeramente en función de la especie de madera utilizada, su densidad y el grado de humedad. A pesar de que esta conductividad es relativamente baja en comparación con otros materiales estructurales como el hormigón o el acero, el CLT no puede considerarse un material aislante térmico por sí mismo, ya que no es suficiente para cumplir por sí sola con las exigencias del DB HE1 en lo relativo al control de la demanda energética.

      «Se considera aislante térmico el elemento que tiene una conductividad térmica menor que 0,060 W/(m·K) y una resistencia térmica mayor que 0,25 m2·K/W, según se indica en el DB HS.”

      No obstante, el CLT contribuye positivamente al comportamiento térmico global del cerramiento, actuando como un colaborador térmico pasivo, reduciendo puentes térmicos y proporcionando cierta inercia térmica. Para alcanzar los valores límite de transmitancia térmica (U) establecidos por el DB HE, es imprescindible complementar el panel CLT con capas adicionales de aislamiento térmico, tanto por el interior como por el exterior del sistema constructivo, según la estrategia de diseño adoptada.

      Además, al tratarse de un material higroscópico y con cierta capacidad de regulación de humedad, el CLT puede contribuir al confort higrotérmico interior cuando se emplea como parte visible del acabado, aunque esta característica debe ser cuidadosamente integrada en el diseño para evitar condensaciones intersticiales y garantizar el cumplimiento del HE1 y HE0.

      El panel de madera contralaminada, CLT, presenta una baja rigidez y masa por unidad de superficie, por esto mismo sus prestaciones acústicas naturales son inferiores a las de elementos masivos tradicionales (como hormigón o fábrica), especialmente en el control del ruido aéreo y, sobre todo, del ruido de impacto.

      Para garantizar el cumplimiento del DB HR, es necesario integrar el CLT en sistemas constructivos multicapa que incorporen materiales adicionales específicamente diseñados para mejorar el aislamiento sonoro. Estos sistemas generalmente se basan en el principio masa-muelle-masa, en el cual el CLT se combina con materiales absorbentes, que actúan como capa intermedia, y revestimientos desacoplados, que permiten mejorar tanto el aislamiento frente al ruido aéreo como el de impacto.

      Además, al ser el CLT un material estructural continuo y de alta rigidez, es fundamental que se preste especial atención a los encuentros constructivos, como las juntas, uniones y pasos de instalaciones. Estos puntos son especialmente críticos, ya que el CLT, si no se trata adecuadamente, puede facilitar la transmisión de ruido estructural, comprometiendo el confort acústico de la edificación.

        El Documento Básico HS 1 del CTE establece las condiciones para garantizar la protección frente a la humedad, especificando las soluciones constructivas adecuadas para fachadas, encuentros singulares y productos utilizados, en función del grado de impermeabilidad necesario. Aunque el CLT (madera contralaminada) no está expresamente contemplado como solución principal en las fachadas dentro del DB HS 1, su uso es plenamente aceptado, siempre que se justifique adecuadamente su comportamiento higrotérmico y su capacidad para evitar la penetración de humedad mediante la implementación de soluciones constructivas específicas.

        En este sentido, el CLT debe ser protegido frente a la acción directa de agua y vapor, sobre todo en puntos críticos de diseño, como los encuentros con el suelo o con los forjados de planta baja, donde podría producirse el ascenso de humedad por capilaridad. El apartado 2.3.3 del DB HS 1 establece que, en estos puntos singulares, se debe garantizar una separación adecuada del material respecto del terreno y la incorporación de barreras impermeables horizontales, que impidan el paso de humedad desde el exterior hacia el interior del sistema constructivo.

        Respecto a la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV), la madera CLT no emite sustancias nocivas de manera natural, pero los adhesivos empleados en su fabricación pueden liberar ciertos compuestos. Para cumplir con los requisitos de HS 3 sobre la calidad del aire interior, es fundamental asegurarse de que el CLT utilizado cuente con certificaciones de bajas emisiones de COV, y considerar la aplicación de tratamientos adicionales, como barnices, selladores o acabados de baja emisión, que reduzcan la liberación de estos compuestos al ambiente.