Descripción y características

Los paneles aislantes de fibra de madera, recogido en la norma UNE-EN 13171:2013+A1. Es un material diseñado para el aislamiento térmico y acústico en la construcción. Se fabrican a partir de fibras de madera natural, generalmente provenientes de restos de la industria maderera o de la silvicultura sostenible, que se aglomeran mediante procesos mecánicos y térmicos, sin necesidad de aditivos tóxicos. Este proceso aprovecha la lignina natural de la madera como aglutinante, resultando en un producto biodegradable y reciclable.

Estos paneles se presentan en distintos formatos (rígidos, flexibles, machihembrados, a granel para insuflar) y en una amplia variedad de espesores y densidades, lo que permite adaptarlos a diferentes aplicaciones: fachadas, cubiertas, suelos, paredes, techos y divisiones interiores.

Propiedades generales

Dimensiones ancho: 550 – 600 mm
largo: 1.200 – 3.100 mm
Espesor 8 – 240 mm
Densidad nominal 110 kg/m3

Protección frente al fuego

Reacción al fuego (Euroclase) E

Propiedades térmicas

Conductividad térmica, λ  0,038 W/mK
Calor específico, Cp
2.100 J/kgK

Salubridad

Factor de resistencia a la difusión del vapor de agua (μ) 3

Durabilidad

Emisión de formaldehído A+

* Valores según la información declarada por algunos fabricantes sobre su producto y, en su caso, de la solución constructiva concreta.

Uso de los recursos*

Huella hídrica [FW] 1,24E-02 m3
Contenido reciclado [RC] 0 %
Pre-consumo [RCpre] 0 %
Post-consumo [RCpost] 0 %
Energía embebida [EE] • MJ/kg
Energía embebida renovable [PERT] 2,45E+01 MJ/kg
Energía embebida no renovable [PENRT] 1,56E+00 MJ/kg

Impacto ambiental

Potencial de cambio climático total [GWP-tot] 9,68E-01 Kg CO2 eq
Gases de efecto invernadero [GWP-GHG] 0,49 Kg CO2 eq
Captación biogénica [GWP-bio] 1,81E+00 Kg CO2 eq

* Para más información sobre algunos de los términos sobre información ambiental recogidos en esta tabla, ver Anejo 1. Los valores dependen del producto y/o de la solución concreta (composición del cerramiento, etc.).

• Sin información.

La fabricación de los paneles aislantes de fibra de madera es un proceso industrial que parte de la utilización de madera virgen o residuos de la industria maderera. El proceso puede realizarse mediante dos métodos principales: el proceso húmedo y el proceso seco, siendo el primero el más empleado para paneles rígidos y de alta densidad en Europa.

  • En el proceso húmedo, la madera se tritura hasta obtener astillas, que posteriormente se someten a vapor y presión para separar las fibras individuales. Estas fibras se mezclan con agua, formando una pasta fibrosa. En este punto, dependiendo del producto final y de las características de la madera, se pueden añadir aditivos específicos, siempre en cantidades muy bajas y evitando biocidas o sustancias tóxicas, tal como certifican los principales fabricantes europeos. La lignina natural de la madera actúa como aglutinante principal, por lo que no se requieren adhesivos sintéticos en la mayoría de los casos.

La pasta resultante se prensa para darle forma y densidad al panel, se corta a la longitud deseada y se seca en hornos a temperaturas que oscilan entre 160 °C y 200 °C. En algunos productos concretos, puede añadirse una pequeña cantidad de cola o aditivos minerales para mejorar propiedades como la resistencia a la humedad o al fuego, pero no se utilizan aglomerantes químicos convencionales como los empleados en otros materiales derivados de la madera. Tras el secado, los paneles se perfilan, apilan y empaquetan para su distribución. Los residuos generados durante la producción se reutilizan energéticamente en la propia fábrica, cerrando el ciclo de aprovechamiento de recursos.

  • En el proceso seco, más habitual en paneles de baja densidad o flexibles, las fibras de madera, una vez separadas y secadas, se mezclan en seco con una pequeña cantidad de resina sintética, habitualmente poliuretano (PUR) o, en ocasiones, resinas de base vegetal. Esta resina actúa como aglutinante, permitiendo que las fibras se unan entre sí durante el prensado. La mezcla se distribuye en moldes y se somete a presión y calor, lo que activa la resina y forma paneles con la densidad y el grosor deseados, esto permite obtener paneles con diferentes propiedades mecánicas y de resistencia.