
Descripción y características
El cáñamo (Cannabis sativa ssp. sativa), es una de las plantas de cultivo más antiguas. Es robusta y de rápido crecimiento, por lo que es posible obtener una cosecha completa en unos 100 días. Además, es vulnerable a pocas plagas ya que no contiene proteínas, ni nutrientes en su tallo y también por la falta de depredadores naturales. Esto permite que en el cultivo de casi todas las variedades del cáñamo pueda evitarse el uso de pesticidas u otras protecciones químicas. En el caso de verse afectado por alguna plaga, como el moho gris, para su erradicación se pueden usar fungicidas orgánicos. El cáñamo tampoco necesita fertilizantes artificiales para estimular su crecimiento.
Además, presenta una gran capacidad para absorber grandes cantidades de dióxido de carbono durante su crecimiento. Puede retener hasta 22 toneladas de dióxido de carbono por hectárea.
Las fibras de cáñamo tienen muy buena capacidad de aislamiento térmico, similar a la de los materiales aislantes convencionales. También tienen una elevada resistencia mecánica a tracción. Por otro lado, la fibra de cáñamo tiene capacidad de absorción acústica gracias a su densidad y porosidad. Además, es un material permeable al vapor de agua, por lo que no retiene humedad y actúa como deshumidificador natural de las estancias. Sin embargo, debe protegerse de la humedad prolongada.
Producción y disponibilidad
El cultivo del cáñamo destinado a la producción industrial para obtener fibras, grano o semillas, no requiere autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. En ese caso, los extremos o cogollos de la planta no pueden ser destinados a ninguna finalidad, ya que son considerados estupefacientes. Además, es necesario utilizar semillas certificadas de variedades inscritas en el Catálogo común de variedades de especies de plantas agrícolas de la Unión Europea, o de variedades que cuenten con una Autorización Provisional de Comercialización, según la Decisión 2004/842/CE de la Comisión, y que tengan un contenido en el principio estupefaciente tetrahidrocannabinol (THC) no superior a 0,3 %.
En el sector de productos de construcción, con el cultivo del cáñamo se persigue la obtención de la fibra, en particular, la fibra del interior del tallo o cañamiza.
Una de las ventajas del cultivo del cáñamo es la ayuda que presta a la rotación de cultivos ya que, aunque es un cultivo anual, sus raíces penetran profundamente en la tierra manteniéndola unida, reduciendo su erosión y esponjándola, lo cual permite que crezcan después plantas más delicadas como los cereales. Además, el cáñamo produce gran cantidad de biomasa, devolviendo nutrientes a la tierra. Por esta razón, el cáñamo suele cultivarse en rotación con cereales de invierno, que requieren un suelo de calidad.
La cosecha se realiza cuando las plantas macho abren las flores y expulsan el polen, ya que en ese momento dejan de crecer y se puede extraer la planta. A continuación, se retiran las hojas y ramas del tallo para someterlo al enriado. Este es un proceso de fermentación microbiológica o maceración de los tallos que conlleva la putrefacción de la parte leñosa sin dañar la fibra, permitiendo la extracción y separación de ésta. Una vez concluído el proceso de enriado, la fibra es recolectada, secada y embalada para pasar a la siguiente fase en la que se realiza la extracción de la fibra propiamente dicha.
El cáñamo se puede cultivar en casi todas las zonas climáticas. Por lo tanto, es posible cultivarlo a nivel regional, lo cual reduce las distancias de transporte. El cáñamo se cultiva en toda Europa, siendo Francia el país mayor productor, seguido de Países Bajos y Austria. En España existen importantes explotaciones en Extremadura, Cataluña, Galicia, Extremadura, Cantabria, Comunitat Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Usos y formatos del material
Algunos de los usos y formatos del cáñamo son los siguientes:
- Paneles y mantas en rollo como aislante en tabiquería interior, forjados, cubiertas y fachadas ventiladas. (Ver ficha CA│01)
- Bloques: formados por fibra de cáñamo, cal o cemento natural, aglomerantes y agua, para construir fábricas, portantes o no portantes, e incluso estructuras abovedadas. (Ver ficha CA│02)
- Fibras sueltas y de tamaño reducido, o a granel: en mortero u hormigón de cal para otorgar estructura a la mezcla y, en mayor medida, aislamiento térmico. También como aislante térmico en relleno de cámaras, suelos, entrevigados, etc.
- Lana de cáñamo a granel como aislante térmico para relleno de cavidades.
- Placas y tableros con cáñamo y arcilla: con prestaciones térmicas, acústicas y absorbentes.
- Tableros biocomposite de fibra de cáñamo: en fachadas cortina, paredes decorativas interiores, etc.